Fractura de la espina dorsal

Precaución de una fractura de la espina

Cuidar de no doblar o torcer la espalda de la víctima.

Tratamiento de una fractura de la espina

1. Acostar a la víctima en una superficie rígida, por ejemplo un trozo de madera chapeada o una puerta. Si la hay, una tabla larga es excelente.

2. Llevar a la víctima a un hospital.



No es posible que un encargado de primeros auxilios haga un diagnostico de una fractura o dislocación de la espina. De hecho, el severo estiramiento de los músculos y ligamentos de la espina, podría causar dolores agudos y perjudiciales. No obstante, hay que dar algún tratamiento si la lesión es más seria que una simple torcedura, y si el encargado de los primeros auxilios sospecha que puede haber una fractura o dislocación. Para mayor seguridad, seguir las instrucciones que se dan a continuación hasta que pueda obtenerse tratamiento médico. Una radiografía permitirá que el médico haga un diagnóstico correcto.

Muchas fracturas de la espina no son demasiado serias. Es posible que la víctima se ponga de pie y se mueva con ayuda de un soporte o consé tan pronto como permita la disminución de dolores. Otras fracturas con dislocaciones, pueden ser seriar y aun puede requerir un tratamiento quirúrgico. Si se afectan los nervios o la médula espinal, puede ser necesaria una operación.