Respiración artificial

En la forma en que la aplica un encargado de primeros auxilios, la respiración artificial consiste en llenar de aire los pulmones de la víctima soplando por su boca, su nariz o ambas.

En la forma en que la aplica un encargado de primeros auxilios, la resucitación cardiopulmonar requiere de la respiración artificial además de un masaje cardiaco externo.

Precauciones de la respiración artificial

El masaje cardio externo sólo debe aplicarlo un médico o una persona especialmente adiestrada, por ejemplo un enfermero, un bombero, un agente de policía o un personal de instrucción física.

Una persona no adiestra sólo debe aplicar el masaje cardio externo en caso de extrema urgencia.

Casos en los que se aplica la respiración artificial

1. Ahogamiento.
2. Asfixia.
   
   • Envenenamiento con monóxido de carbono.
   • Envenenamiento con humo.
   • Otros humos asfixiantes.
3. Falla del corazón. En este caso sólo habrá que administrar masaje cardico externo si hay alguna persona adiestrada y experimentada en el sitio.
4. Envenenamiento con drogas, a consecuencia de una dosis excesiva de sustancias tales como bitúricos, sedantes, tranquilizantes o narcóticos.
5. Choque eléctrico.
6. Sofocación por haber quedado atrapado en un espacio cerrado, por ejemplo un refrigerador o una bolsa de plástico.
7. Perdida de la respiración, debida a la conmoción de una explosión
8. Obstrucción parcial de la respiración, debido a la presencia de algún objeto extraño en los conductos de aire

¿Cómo administrar respiración de boca a boca?

1. Si se sospecha que haya algún cuerpo extraño en la boca de la víctima, por ejemplo algas marinas si se trata de un ahogado, limpiar la boca de la víctima con el índice.

2. Colocar una almohada debajo de los hombros de la víctima.

3. Limpiar los conductos de los pulmones, inclinar hacia atrás la cabeza de la víctima, hasta donde sea posible.

4. Colocar una mano detrás del cuello de la víctima.

5. Apretar la nariz de la víctima con la otra mano.

6. Aplicar los labios alrededor de la boca abierta de la víctima para impedir la perdida de aire.

7. Soplar con fuerza en la boca abierta de la víctima

8. Retirar la boca de la boca de la víctima, lo que le permitirá inhalar, y también dejará que el aire salga por la boca de la víctima.

9. Repetir el procedimiento hasta que la víctima pueda respirar. Mantener un ritmo regular de inhalación y exhalación.

¿Cómo administrar respiración de boca a nariz?

1. Colocar una almohada debajo de los hombros de la víctima.

2. Limpiar los conductos de los pulmones, inclinar hacia atrás la cabeza de la víctima, hasta donde sea posible.

3. Colocar una mano en la frente de la víctima.

4. Cerrar la boca de la víctima con la otra mano.

5. Aplicar fuertemente los labios sobre la nariz de la víctima.

6. Soplar fuertemente en la nariz de la víctima.

7. Separar los labios de la nariz de la víctima, lo que le permitirá inhalar, y también que salga el aire por la nariz de la víctima.

8. Repetir el procedimiento hasta que la víctima pueda respirar. Mantener un ritmo regular de inhalación y exhalación.

La respiración boca a boca y el masaje cardiaco externo, aplicados debidamente, pueden salvar la vida de la víctima. Ambas técnicas requieren un adiestramiento especial. Sin embargo, si un profano se enfrenta a una decisión de vida o muerte, en la que se requiera una pronta ayuda, puede justificarse que intente aplicar una o ambas técnicas. Básicamente, esto es cuestión de criterios del encargado de los primeros auxilios, y puede requerir cierta dosis de valor. El criterio es el siguiente: “Si no hago nada, ¿puede morir la víctima? Sí es así, trataré de hacer lo mejor que pueda, porque aparentemente, no hay nada qué perder”.

Si el encargado de los primeros auxilios se encuentra en una situación en que sea evidente que el empleo de la respiración artificial y el masaje cardiaco externo, son absolutamente necesarios, debe pedir ayuda en voz alta, si hay otras personas presentes. Si no hay un médico, un bombero, un agente de policía o un practicante de instrucción física que puedan prestar ayuda, todavía es posible que haya alguien que haya recibido un adiestramiento especial en esas técnicas. Una víctima que casi se ha ahogado, que se ha envenenado con humo, etc, generalmente se salvará en un periodo de tres a cinco minutos, si tiene salvación. Por lo tanto, es indispensable una intervención de inmediata.