Heridas y laceraciones

Una herida es cualquier laceración, incisión o perforación de la piel, que case una hemorragia en la víctima. Las heridas abiertas pueden varias desde una pequeña y sencilla laceración, por ejemplo una cortadura con una hoja de afeitar, hasta una grave herida con magulladura y hemorragia asociada con una fractura abierta.

Precaución de las heridas

No poner mertiolate, zefirín, ácido carbólico, alcohol o cualquier antiséptico fuerte en una herida abierta.

Tratamiento de una herida

Si la hemorragia no es seria

1. Aplicar una compresa de gasa esterilizada, usar un trozo de tela limpia, por ejemplo un pañuelo limpio, o un trozo de sábana recién lavada. En caso de urgencia, puede servir hasta un trozo de una camisa limpia o de un fondo.

2. Fijar la comrpesa en su sitio con un rollo de venda.

Si la hemorragia es seria

1. Controla la hemorragia como se explica en ¿Cómo controlar una hemorragia?.

Hay una tendencia muy común a desinfectar las heridas, pero no hay que hacerlo. No hay que vaciar un antiséptico en la herida, por contaminada que parezca. Las heridas muy contaminadas con tierra, grava o grasa, requieren una limpieza con anestesia, en una sala de operaciones, donde el cirujano limpiará la herida removiendo todo el tejido muerto e impurezas, e irrigará la herida con una solución estéril. Cada caso requiere la valoración y tratamiento de un cirujano.

Aunque la hemorragias venosas ocurren en un flujo continuo, las hemorragias arteriales, que siempre son más serias, pueden reconocerse por el flujo sanguíneo intermitente y pulsante. Las hemorragias arteriales pueden requerir de la aplicación de un torniquete. Ver el artículo ¿Cómo aplicar un torniquete? para saber cómo.